El Silencio de Afrodita
Sergio Masán
Diseño de cartel para el cortometraje El Silencio de Afrodita, cortometraje dirigido por Sergio Masán. Podríamos denominarlo como un auténtico “Made in Granada”, pues toda la producción y realización se hizo en Granada o con empresas y colaboradores de la provincia.
Con nosotros contactaron para dotar de imagen una de las partes que consideramos principales en la difusión. ¿Quién no ha comprado o alquilado alguna vez una película o un libro solo por su imagen de cartel?
Tuvimos un proceso de mucho retoque fotográfico, casi todos los elementos vienen de fotografías o espacios distintos y dar con el objetivo que finalmente perseguía el director fue todo un reto. Finalmente quedamos muy satisfechos del resultado.
Diseño: Primero piensa,
después construye
- Establecimiento de la Retícula.
- Tratamiento fotográfico.
- Iluminación. Juego de luces y sombras.
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LA RETÍCULA
A través de la composición y los encuadres, se discernirá cuáles son los puntos cálidos o zonas de mayor interés en un formato. En base a esto, ubicaremos las cajas de texto. Gracias a nuestra retícula ya tenemos una idea de cómo jerarquizar el contenido de nuestro cartel acorde a aquellas zonas que queremos darle más importancia.
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DEPURACIÓN DE LA IMAGEN
Ahora que sabemos qué áreas del cartel deben captar la mayor parte de atención, es el momento de limpiar las zonas donde se disponen los elementos tipográficos con el fin de ganar en legibilidad. Llevaremos la atención del espectador a las zonas del cartel que queremos eliminando cualquier tipo de información visual innecesaria que pueda entrar en conflicto con las cajas de texto.
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TRATAMIENTO DE LUZ
Uno de los trucos claves en fotocomposición es la luz. Es imprescindible igualar la iluminación de todos los planos para conseguir que la escena resulte creible. En esta etapa de la construcción tomamos la decisión de introducir un par de elementos claves en la trama de esta película: el café recien hecho y el ordenador portatil.
EL RESULTADO FINAL
El Silencio de Afrodita
La estética del cartel debía jugar en todo momento con la dualidad, tal y como hace la película de Masán. Qué mejor recurso para mostrar esas dos caras de la moneda, lo bueno y lo malo, que jugar con la iluminación.
Tal y como nos narra la película, la protagonista vive en un sombrío mundo de culpas y oscuros recuerdos.
Su atormentada vida, marcada por la rutina y la soledad apenas puede ser vislumbrada a través de la tenue luz que desprende la pantalla de su ordenador, y he aquí el resultado de un trabajo realizado con ilusión y mucho mimo.
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Vivimos el cine, la narrativa y su capacidad para hacer sentir emociones. Es por esto que desarrollar este trabajo fue toda una experiencia en la que disfrutamos haciendo lo que más nos gusta: comunicar con criterio.
Prodisa e Imagen al Sur presentan
“El Silencio de Afrodita”
