Si te ningunean «sal por patas» ;)

Las relaciones deben ser de igual a igual. Se pueden dar distintas situaciones, ser un pequeño emprendedor que acaba de empezar no es sinónimo de estar por debajo o encima de nadie. Convertirte en el dueño de una exitosa empresa no te eleva al «Olimpo de los Dioses».

Tanto si vas a pagar por algo como si vas a obtener beneficio por la venta, es muy importante tener esta frase presente: «No hay nadie por encima de tí y tampoco nadie por debajo». Puede haber gente o instituciones con más poderío, pero esto no da derecho a mirar por encima del hombro.
Es adecuado (por funcionalidad) que en una organización exista una jerarquía. El liderazgo es una razón de peso en cualquier empresa que se precie, pero un liderazgo basado en el menosprecio es un proyecto podrido desde la raiz.

En el panorama actual aún existen multitud de organizaciones basadas en el “Yo soy el señor y tú el siervo”, pero ¿Es este modelo de crecimiento acertado? ¿Es a esto a lo que se dirige una sociedad civilizada? ¿Es esa una forma de crecimiento sostenible? ¿Es por esto por lo que te has decidido a pagar tus seguros sociales e impuestos de forma independiente?.
Si cuando llamas a una puerta no te responden o la respuesta es altiva, no pierdas el tiempo, sal rápidamente de ahí y llama a otra puerta. Por dicha o desgracia vivimos en un mundo cada vez más poblado y esto hace que las ocasiones, los productos y los servicios se multipliquen. Acércate a aquello que te da buen trato, que te deja hablar de tú a tú. Un maltrato es una forma nefasta de empezar. En la demostración de profesionalidad el buen trato debe ser el primer aliado.

Las 3 razones principales que nos mueven a pensar esto son:

1. Cuando se establece una relación en la que te miran por encima del hombro, es muy posible que esto no cambie nunca.
2. Al entrar en un negocio injusto desde la base, estás perdiendo tiempo, recursos y energía de cara a otro que seguramente te convenga mucho más.
3. Hay una frase que sin duda te hace crecer:
   «En tu hambre mandas tú».

Nuestra experiencia:

Horas esperando a un directivo. Miedo al teléfono porque nos está llamando el mismísimo «Alcalde de Estocolmillo» y respuestas como: “Sí, sí, lo que usted mande, lo que usted diga señor, claro que sí, por supuesto”. Proceso que nos llevaba a resultados tipo: «No trabajamos con este estudio de diseño gráfico porque no aportan ninguna idea».
Aprendimos que, si no expresamos de igual a igual lo que estamos pensando, aún sabiendo el riesgo que esto conlleva, nuestra autenticidad estará en verdadero peligro y lo que es peor aún, es muy posible que en esa relación seamos ninguneados siempre. Solución: “Para aportar ideas hay que hablar de tú a tú”, no te dejes ningunear.