Aprende a ser paciente con tu cliente ;)

La paciencia es una de las primeras destrezas que debemos asumir en cualquier ámbito de la vida, y como no, en cualquier negocio en el que haya relación directa con personas (que estos suelen ser ¿todos?).

Es fácil cometer el error de pensar que todo el mundo debe saber de nuestro oficio, o que los demás seres humanos tendrán un nivel medio de empatía y habilidades sociales.
A menudo nos encontraremos a todo tipo de personas, desde las que son “Cum Laudem”, hasta las que no saben escribir. Estando abiertos de cara al público, y dependiendo del tipo de negocio, cualquier perfil puede ser susceptible de convertirse en nuevo cliente.
Por eso, si el objetivo es vivir del negocio emprendido, afirmamos esta realidad: “Aprende a ser paciente con tu cliente”

Las 3 razones principales que nos mueven a pensar esto son:

1. El nivel de conocimientos en cada persona puede ser muy distinto y no todo el mundo tiene porqué estar al día en nuestro campo de conocimiento.
2. No son las cosas las que nos hacen enfadarnos, si no la opinión que a menudo tenemos de ellas.
3. Convertirnos en formadores/asesores puede hacernos subir un nivel en la escala de confianza cliente/proveedor.

Nuestra experiencia:

Somos diseñadores gráficos y a menudo nos confunden con informáticos, artistas, decoradores… Es lógico, no todo el mundo tiene porqué saber de nuestro oficio. A veces vemos comentarios de compañeros muy dispuestos a tiranizar y hacer burla, se sienten ofendidos porque un cliente no sabe lo que es una interlinea o una composición monocromática. Vemos de vital importancia ir más allá, extrapolar, pensar en nosotros mismos en cualquier otro área de conocimiento. Si nos tomamos a nuestro cliente como una persona apta para aprender y nos convertimos por momentos en formadores/asesores (Lejos de perder el rumbo profesional), estamos seguros de que la paciencia fácilmente llegará.